Sagrado y Profano


Danzas de Orixás: De lo Sagrado y Profano
Escrito para Raiz Afro Difusión

Introducción histórica


La Danza artística de Orixás es una re-creación bastante reciente de las Danzas Sagradas de origen Yoruba. Fue en Brasil que, maestros como Mestre King –pionero en el género-, tomaron elementos de estas danzas para crear un método de enseñanza a grupos y personas que se encontraban fuera del ámbito religioso y sin ningún conocimiento previo sobre los Orixás, su Filosofía y Cosmogonía, y encontraron en ella un medio óptimo y creativo de conexión con lo sagrado y humano.

Sin embargo, la enseñanza de las Danzas de Orixás en ámbitos seculares despierta hasta hoy en día en Argentina e incluso en Brasil, algunas sospechas y reparos, cuando no es directamente condenada. Pocos son los religiosos que miran con simpatía esta forma de práctica que muchas veces es considerada “una falta de respeto a los Orixás” y “una banalización de lo sagrado”.

Las grandes e históricas Mães de Santo de Brasil se manifestaron largamente en contra del Sincretismo religioso y resumieron su desacuerdo en un documento de amplia difusión. También alzaron su voz contra la práctica de las Danzas Sagradas fuera de los templos, aunque desconozco si llegó a haber algún documento escrito al respecto como en el caso del sincretismo -estimo que no lo hubo.

No obstante, en Brasil y mismo en Argentina, otra porción de religiosos ven y encuentran en esto un modo de difusión y conocimiento, de acercamiento a lo que el pueblo en general, desconoce y, a causa de este desconocimiento, teme. Incluso en Brasil, se dictan en los colegios como parte de la actividad física y lúdica a pequeños y adolescentes, como una herramienta para profundizar en sus raíces históricas y variadas herencias culturales1.

Incluso del otro lado de la cordillera, en Chile, me consta que se realiza la práctica y aplicación en escolares, pues durante bastante tiempo mantuve correos electrónicos con Romina Cabello, la docente a cargo que desarrollaba una completísima y hermosa tarea desde el análisis del cuerpo físico de los Orixás, es decir, la Naturaleza.

Resumiendo, podría afirmar que hoy en día en estos tres países hay una apertura hacia todo África y se han ampliado y diversificado los estudios sobre diferentes etnias y tribus, quitando un poco el protagonismo casi absoluto que tenían las danzas de Orixás entre los interesados en el arte africano. De todas maneras, la Danza de Orixás sigue siendo, casi siempre, el primer paso entre quienes incursionan en lo Afro.



Análisis personal sobre la situación



Como transmisora de Danzas Sagradas de Orixás tanto en el ámbito secular como en el religioso, además de ser integrante de una comunidad de Candomblé Keto, muchas veces me he planteado la validez de la enseñanza secular y cómo no transgredir la sutil línea que separa lo religioso de lo profano. De qué manera se puede dar a conocer estas danzas logrando que las personas valoren, respeten y comprendan su carácter sagrado.

Teniendo estos tres requisitos -imprescindibles- como base fundamental de la tarea, intento que el aprendizaje de la Danza de Orixás esté acompañado de una introducción a la filosofía yoruba y que dicha filosofía sea aplicada dentro de los grupos, actuando como eje central de integración, conocimiento y respeto mutuos.

Concibo el aprendizaje de estas danzas como una integración física, mental y espiritual, pues de lo contrario, pasa a ser una técnica corporal mas o menos exigente que no logra transmitir las personalidades arquetípicas de los Orixás, sus sentimientos y emociones, perdiéndose de esta forma la parte vivencial y transformadora que conlleva su práctica.

Creo que su práctica es válida cuando forma parte de un camino de conocimiento y exploración de los arquetipos, tendiente a lograr un beneficio en los planos físico, mental, espiritual y re-ligioso (de re-ligar) de los participantes.

Alejandro Frigerio analizó muy bien en su escrito “Capoeira, de arte negra a deporte blanco”2, “cómo un arte que refleja las pautas culturales de un grupo determinado y comienza a extenderse fuera, a otros extractos sociales y a contextos geográficos diferentes, forzosamente, se modifica”.

Con las danzas de Orixás sucede algo similar, ya que no es lo mismo practicarlas en Brasil que en Argentina, pues en el país hermano es parte de su acervo cultural, folclórico (este concepto es rechazado por el pueblo de santo) y de su propia fisonomía. Quien más quien menos, tiene mucho más conocimiento y vivencia acumulados sobre el tema.

En Argentina, hay mayor ignorancia y también confusión, incrementada por la mezcla entre Orixás, Exús y Pombas Giras, siendo pocas las personas que conocen las diferencias entre sus cultos y asociando a los Orixás casi exclusivamente a la Umbanda.


Para preservar su carácter Sagrado y no incurrir en su banalización, rescato algunos puntos y observaciones estrictamente personales:


1) Hacer conscientes a las personas justamente de que lo que practicamos proviene del ámbito sagrado (se habla de danzas sagradas orientales, pero pareciera que lo africano no alcanza dicha categoría). Por tal motivo el énfasis en este punto me parece fundamental.

2) Dar a conocer que el culto a los Orixás es una de las grandes religiones del mundo, con una antigüedad de miles de años y tan importante como el cristianismo, islamismo, judaísmo o budismo, aunque castigado con el silencio y la negación.

3) Vivir y transmitir el concepto de Iwa Pelé (o buen carácter) dentro del grupo, pautando Normas de convivencia tendientes a lograr optimizar el respeto, y el intercambio de Conocimientos. Resumiendo, dando un marco de contención basado en el buen Carácter, la integración, y el tratamiento cortés.

3) Incentivar la investigación y brindar un espacio para presentar dudas e inquietudes, enfatizando la necesidad de “conocer para amar”, lo que podríamos ampliar en nuestro quehacer artístico como “conocer y amar para re-crear”.

Creo que un punto fundamental a tener en cuenta es tener mucho cuidado al “presentar” a los Orixás. Por ejemplo, cierta vez asistí a un espectáculo en el cual Iansá era presentada como la “Señora de los Muertos”, Omolu simplemente como el “Dueño de las Enfermedades”, lo cual me pareció un horror, sobre todo, teniendo en cuenta que los espectadores eran legos en el tema. ¿Cuál habrá sido su impresión de todo esto? Supongo que no muy buena. Me pareció una falta de cuidado demasiado evidente el presentar a los Orixás con sus cualidades aparentemente más negativas y fuera del conocimiento que hay que tener para entenderlas. Además de tener un aspecto terrorífico, es de una frivolidad y omisión importantes.



La danza en los escenarios


Luego de introducirme un poco en este tema con el párrafo anterior, podría ampliar que personalmente siempre tuve muchos reparos en llevar los talleres al escenario, no obstante lo hice en ocasiones en que estaba segura en que los participantes habían captado el espíritu del taller. Las presentaciones sirvieron sobre todo para interactuar como grupo, el interés no estaba todo puesto en lo estético, sino en analizar las diferentes situaciones negativas y positivas, y tratar de manejarlas de la mejor manera: hablo de celos, recelos, egos chicos, egos grandes, en fin, de todas las pequeñeces y grandiosidades que cada uno llevamos dentro. En ese aspecto, tomo cada trabajo como una oportunidad de crecer como personas o, al menos, conocernos más. Me he llevado mis sorpresas y decepciones, de igual manera les habrá ocurrido a ellos, pero seguro, ninguno salió igual después de la experiencia.

Siempre me pregunto por qué motivo la danza de Orixás llevada al escenario despierta cierta incomodidad o disgusto entre quienes practican cultos africanistas. Mejor dicho, me pregunto porqué se rechaza una manifestación artística y, sin embargo, se aprecian otras como la pintura o escultura.

La primera respuesta, casi obvia, es que seguramente se deba a que la Danza es la forma en que los Orixás se presentan en los terreiros, por lo tanto, se considera un sacrilegio la “imitación”. Es una postura respetable y entendible, sin embargo, en defensa de todos los que presentamos las danzas de Orixás fuera del ámbito sagrado, creo que son mas las ventajas que las desventajas, pues es una forma de contribuir a su divulgación. En general las personas se interesan y movilizan internamente al asistir a un evento de este tipo. Preguntan, averiguan, investigan.

Dicen que los Orixás permitieron la esclavitud porque querían llegar a America. Quizá nos dejan seguir bailando porque necesitan ser re-descubiertos y mostrarse en un espejo, aunque la imagen sea un tanto distorsionada, con la esperanza de ser comprendidos y aceptados por esta cultura que los ha desconocido, negado o rechazado por tanto tiempo.

Que Ellos no nos permitan el juego de utilizarlos para mostrarnos a nosotros mismos, y que cada mito sea recreado con el brillo auténtico de sus hazañas y personalidades. Que iluminen las mentes de todos para unificar voluntades, creencias y pasiones en un mismo objetivo: conocerlos para re- conocernos. Axé.


Referencias Bibliograficas

1 Lara, Larissa Michelle: “Danza de Orixás y Educación Física. Delineando perspectivas a partir de los rituales de Candomblé” – (En portugués)

http://periodicos.uem.br/ojs/index.php/RevEducFis/article/viewFile/3792/2607

2 Frigerio, Alejandro: ”Capoeira, de arte Negra a deporte blanco”

http://www.revistaquilombo.com.ar/documentos/frigeriocapoeira.pdf

Imágenes cedidas por Viviana Nohémi Rodriguez



Sagrado

Definición: (Del lat. sacrātus) 1. adj. Digno de veneración por su carácter divino o por estar relacionado con la divinidad. 2. adj. Que es objeto de culto por su relación con fuerzas sobrenaturales de carácter apartado o desconocido. 3. adj. Perteneciente o relativo al culto divino. 4. adj. Digno de veneración y respeto. 5. adj. inmodificable. Sus costumbres son sagradas. 6. adj. Entre los antiguos, sobrehumano.

Sinónimos: Bendito, respetable, sacro, santificado.

Profano

Definición: (Del lat. profānus) 1.adj. Que no es sagrado ni sirve a usos sagrados, sino puramente secular. 2. adj. Que no demuestra el respeto debido a las cosas sagradas. 3. adj. Que carece de conocimientos y autoridad en una materia. 4. adj. Libertino o muy dado a cosas del mundo. 5. adj. Inmodesto, deshonesto en el atavío o compostura.

Sinónimos: Desautorizado, desconocedor, extraño, impío, irreligioso, laico, mundanal, secular.















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